El proceso de transformación digital que atraviesan las organizaciones sigue avanzando y se ha acelerado, ahora con la confirmación de la importancia que tiene para cualquier compañía proveer una experiencia digital avanzada, tanto para sus clientes como para sus empleados, si intenta diferenciarse de la competencia, ganar mercado y captar talento. Hoy es más importante asegurar una plataforma digital sólida, que contar con una extensa red de locales o sucursales físicas. Asegurar la capacidad de trabajo remoto flexible y seguro, pesa más que contar con un comedor en planta. Es un hecho.

En ese camino, las organizaciones han progresado fuertemente en el desarrollo de nuevas aplicaciones y en la construcción de espacios de trabajo híbridos. El entorno en el cual se desarrollan estas soluciones es definitivamente multinube. Escalabilidad, agilidad, cobertura, modernización, son los objetivos que se buscan y las organizaciones diseñan sus estrategias de ataque en la creación de esa experiencia digital avanzada aprovechando las ventajas que en tal sentido ofrece la combinación de la nube privada y múltiples nubes públicas. Es un hecho que el ambiente de nube híbrida y multicloud es el que predominará durante los próximos años.

Sin embargo, el camino de adopción de nubes públicas plantea tres grandes desafíos, que, si no son tenidos en cuenta y contemplados en una estrategia de defensa sólida acorde, pueden opacar rápidamente los beneficios que se persiguen:

Costos: En el camino a la nube y en el proceso de adopción de nubes públicas, vemos un patrón recurrente, en el cual los primeros consumos son razonables, pero al corporativizar la adopción los costos se disparan, dejan de ser predecibles, se pierde control, y fácilmente podemos pasar de festejar logros tecnológicos a enfrentar el cuestionamiento de CFOs, Directorios o Accionistas. Tener visibilidad del uso de los recursos (ahora hiper-distribuidos) y optimizar el consumo se vuelve clave y un componente crítico en nuestra estrategia de defensa.

Seguridad: Con aplicaciones y usuarios distribuidos en múltiples nubes, la superficie de exposición aumenta. Aplicar políticas de seguridad homogéneas en ambientes tan disímiles puede convertirse en una misión imposible. Es imprescindible ver y gestionar nuestro ambiente hiper-distribuido como una entidad única, como una misma red extendida a través de la cual se comunican nuestras cargas de trabajo y los usuarios no importa dónde se encuentren ni la tecnología subyacente. Esto permitirá implementar procesos y políticas de seguridad uniformes y consistentes en estos ambientes heterogéneos.

Complejidad de Gestión: Hoy la mayor parte de las organizaciones utiliza ya tres o más nubes. La cantidad de herramientas de gestión se multiplica. Lograr visibilidad y control de costos se hace más y más complejo. Se crean nichos de conocimiento por nube en los planteles de IT, que se ven obligados a crecer.

Con la plataforma VMware Cloud las organizaciones tienen la libertad a la hora de elegir la nube ideal sobre la cual ejecutar cada carga de trabajo según sus requerimientos. Al utilizar una plataforma consistente y probada (VMware), la nube subyacente puede ser la que más convenga en cada caso: La nube privada en el data center propio, el edge, o cualquier nube pública: AWS, Azure, Google, Oracle Cloud, IBM, Alibaba Cloud, o las nubes VMware de los miles de proveedores de servicios disponibles en el mercado, realmente cualquier nube. Podemos migrar esas cargas en horas, sin hacer cambios en las aplicaciones, y logrando los beneficios que persigue nuestra estrategia de ataque rápida y efectivamente: escalabilidad, cobertura, agilidad, modernización … en las nubes que elijamos.

Un enfoque Cloud Smart puede ayudar a las organizaciones a invertir tanto en la transformación digital como en el crecimiento, al mismo tiempo que protege contra el gasto desenfrenado en la nube, las operaciones ineficientes y un panorama de amenazas cada vez más complejo:

Entonces, abordemos nuestra estrategia de defensa:

En cuanto a costos, ya en la nube, con VMware, repetiremos la experiencia vivida en el centro de datos hace años. Al virtualizar con VMware, consolidamos cargas de trabajo y utilizamos más eficientemente los recursos de hardware subyacentes. Sucede en el on-premises, sucede en la nube. Veremos que ejecutar VMware en la nube es más eficiente y económico que utilizar la nube de manera nativa. Adicionalmente, VMware Aria Cost nos permite tener visibilidad consolidada del costo y consumo en cada nube al tiempo que nos hace recomendaciones de optimización que se reflejan en ahorros inmediatos.

La consistencia en la operación de una única plataforma en múltiples nubes nos asegura una gestión unificada de todos nuestros entornos, evitando el caos a la vez que reducimos costos al utilizar las mismas herramientas, los mismos procesos y el mismo conocimiento, ahora en múltiples nubes.

Finalmente, en cuanto a seguridad, la plataforma VMware Cloud nos permite ver a la red extendida sobre múltiples nubes como una única entidad. La seguridad intrínseca, embebida en la infraestructura VMware hace posible aplicar políticas homogéneas en entornos multinube, incluyendo microsegmentación para impedir el traslado lateral de una amenaza, IDS/IPS cerca de las cargas de trabajo, análisis de tráfico en la red virtualizada, EDR y NDR (XDR) en la infraestructura misma, NGA con análisis de comportamiento inteligente tanto para cargas de trabajo como para tráfico de red. No solo hablamos de seguridad homogénea para el ambiente de nube híbrida y multinube, sino que, además, proponemos una arquitectura de seguridad más robusta.

En VMware, nos enfocamos en ayudar a las empresas a jugar ofensiva y defensivamente al adoptar un enfoque inteligente en la nube, equipando a las organizaciones para impulsar un modelo operativo más consistente, más seguro y más rentable en las diversas nubes en las que confían todos los días.

Autor