Por Sergio Fukushima, Gerente Técnico de Axis Communications para Sudamérica.
Desde que empecé a trabajar en el mercado de seguridad electrónica, en 1998, escucho profecías que no se concretan y certezas que pronto se rinden ante nuevas realidades. Ya hubo una época, por ejemplo, en que los fabricantes de cámaras analógicas descalificaban las cámaras de red, creadas por Axis Communications en 1996. Nadie creía en la tecnología IP en aquella época.
Hoy, una de las ventajas de una cámara IP son reconocidas por casi todos los fabricantes, pero otras cuestiones pasaron a ser el blanco de críticas, más por una estrategia comercial que por características técnicas. Son verdaderos mitos del video monitoreo IP, que acaban haciendo al cliente final adquirir una solución que no responderá a sus necesidades.
Como responsable, hace más de siete años, por una iniciativa pionera dirigida hacia la capacitación de profesionales de seguridad electrónica llamada Axis Academy, he oído muchos de esos mitos en forma de preguntas durante el curso. “¿Un stream de video IP con calidad HDTV no requiere mucho ancho de banda y almacenamiento?”, o “¿Si la nube se cae, yo pierdo el video?”, son, entre otras, dudas frecuentes.
Estas falacias causan un serio perjuicio a largo plazo en un mercado en expansión y carente de conocimiento técnico. La empresa de investigación Transparency Market Research estima que el mercado del video monitoreo IP deba crecer a una tasa anual compuesta (CAGR) de 24,2% hasta 2019. Para que eso sea un crecimiento más responsable, develo a continuación algunos de los mitos que aún circulan en el mercado:
Videomonitoreo es sólo para seguridad
Es posible imaginar un futuro no muy distante, en que las cámaras de monitoreo no tendrán como propósito exhibir imágenes. Las mismas podrán tornarse en unidades de captación de datos procesados por la propia cámara y que, asociados a los datos de otras cámaras, generen informaciones relevantes en forma de gráficos, por ejemplo. Esa es una hipótesis basada en lo que la tecnología permite ya hacer hoy.
Esa tendencia es notable, por ejemplo, en el sector minorista, que ha invertido en soluciones de videomonitoreo capaces de generar datos estratégicos para conducir su negocio con más eficiencia y aumentar la competitividad a través del conteo de personas, reconocimiento facial de clientes inscriptos previamente, o identificación de aspectos físicos de clientes como sexo y edad aproximada. Para otros segmentos de mercado, cada uno encuentra en los recursos inteligentes una serie de posibilidades con impacto en su negocio.
HDTV IP requiere mucho ancho de banda
La cuestión del ancho de banda es una de las mayores preocupaciones en el momento de crear e implantar un proyecto de videomonitoreo. Pero las cámaras no necesitan traficar datos todo el tiempo de forma indistinta. Es posible adoptar una serie de medidas para optimizar el uso de la red. Una de ellas es el uso de inteligencias para programar la cámara, para grabar sólo cuando haya movimiento en la cocina de una empresa, o sólo cuando las puertas de una sala de stock de medicamentos sean abiertas en un hospital, o sólo cuando un vehículo entre en un estacionamiento.
También se puede alcanzar un desempeño mejor si las cámaras poseen un patrón de compresión avanzado, como el H.264. Mientras el H.265 aún está en desarrollo, Axis también está haciendo esfuerzos para optimizar aún más el tráfico de datos de la red, como la tecnología Zipstream.
La nube no es segura. Si se cae, puedo perder mi video
Piense en el video hospedado como un sistema de video monitoreo normal, solo que entregado por medios diferentes. Quien ya está acostumbrado a tener un dispositivo para grabación in situ continuará teniendo acceso al video en vivo, y grabado en cualquier momento y en cualquier lugar. Las imágenes almacenadas no son modificadas o borradas en caso de que la red caiga.
En verdad, formas de almacenamiento alternativas al storage son un refuerzo en la seguridad porque no es raro que criminales destruyan o roben CPUs u otros dispositivos de almacenamiento.
El ojo humano es el análisis más eficiente de video
Los mitos necesitan ser combatidos con hechos. Entonces sepa que, de las 20 millones de cámaras instaladas cada año en Estados Unidos, sólo el 1% del video grabado es analizado. Además, diversos estudios conducidos por departamentos de policía y organismos independientes identificaron considerables limitaciones en la capacidad humana de identificar acciones relevantes al analizar diversas pantallas de forma simultánea – cuanto más pantallas y cuanto mayor el tiempo de observación, peor su capacidad de identificar eventos.
Ya existe una instalación en Sudamérica que cuenta con una sala de monitoreo sin operadores. Las cámaras poseen inteligencias que detectan la entrada de vehículos y hacen un auto-tracking para grabar una película de todo su recorrido en la empresa. Un shopping center también en nuestra región está implementando lectura de patentes de vehículos en su estacionamiento para identificar la llegada de potenciales criminales y evitar nuevos robos – eliminando la práctica común de mantener una lista de coches sospechosos en un papel que sirve como guía para un empleado.
Cuando se agregan a ese concepto algunas tecnologías como lectura de carteles de contenedores en puertos, reconocimiento de rostro de empleados autorizados a acceder a determinada área o identificación de objeto removido, capaces de generar alertas automáticos, se puede constatar que la tecnología dependerá cada vez menos de la capacidad humana de percibir riesgos, identificar sospechosos o darse cuenta de comportamientos atípicos. Ellos serán informados de eso y podrán controlar la imagen específica.
Lo que sí continuará dependiendo de la capacidad de análisis humana no es el video exhibido en un monitor, sino el discurso de algunos fabricantes.